miércoles, 24 de noviembre de 2010

Algo sin más.

Cuando desperté aún brillaba la luna en lo alto del cielo.

¿Recuerdas cuando teníamos tantas cosas que contarnos que las palabras se atropellaban en mi boca? Me hacía tanta gracia… Yo me moría de la vergüenza, y tú te limitabas a callarme con un beso y a reír. Con esa risa tuya tan maravillosa que sólo era superada por tu sonrisa. Porque cuando sonreías, se congelaba mi mundo. Mi voz enmudecía y los sonidos se callaban. Porque tú, eras el rayo de luna que iluminaba mi camino en la oscuridad.

2 comentarios:

  1. Joé Paula qué bonito.

    En serio, preciosa la entrada.

    :) =)

    ResponderEliminar
  2. Gracias Óscar! (Si vas a desvelar mi nombre pues el tuyo también sale a la luz eh!) xD

    Gracias, en serio. Me alegro que te guste.

    :) =)

    ResponderEliminar