viernes, 29 de octubre de 2010

La historia del martillo

Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo. Así que nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir: 'buenos días', nuestro hombre le grita furioso:

'¡Quédese usted con su martillo, so penco!'.



Del libro "El arte de amargarse la vida".


Y es que a veces, nos gusta complicarnos y comernos la cabeza.

martes, 26 de octubre de 2010

Sastre de sonrisas

Pues nada, hoy sólo hay una canción.
Porque sí, ¡porque hoy me siento bien!

=)

http://www.youtube.com/watch?v=0FTRMYoBPBg

domingo, 24 de octubre de 2010

Recuerdos I

Recuerdos del pasado llegaron hoy a mi mente. Una época en la que yo era feliz. Cuando todo era distinto. Cuando estabas tú.

Pero todo acaba, y no siempre de una forma bonita. Pero lo peor fue lo que vino después. Nuestros caminos se separaron, cosa de la que ahora me alegro, ya que viendo como eres, no te quiero cerca de mí. Supongo que es el hecho de que ya no estoy ciega, como lo estaba antes, y de que no puedo perdonarte muchas cosas que hiciste. Así que tú te lo buscaste.

Es curioso que esto pasase ya hace tiempo, pero es más curioso todavía que no recuerde la fecha exacta. Año, año y medio quizás.

Esto no quiere decir que te eche de menos, que puedo asegurar que no, pero si echo en falta lo que sentía. Esos sentimientos que me hacían querer que llegara el día siguiente, o que ese no acabase nunca. Que el tiempo se paralizase para siempre, que los segundos no pasaran para no tener que decir "hasta mañana". Compartir todo -o casi- con alguien, saber que lo tienes ahí, sentir esas mariposas tan sólo con verle aparecer (aunque luego esto vaya desapareciendo con el tiempo).

Hace tiempo que no hay nadie que me haga sentir así, y tengo miedo de que no aparezca. Pero luego me digo, "¡bah! no seas tonta anda, que sólo tienes 20 años". Pero es inevitable sentirse sola de vez en cuando.

De todas formas, sigo esperando, sin prisa, ¡que las prisas no son buenas y luego las cosas salen mal! Así que a partir de hoy, me tomaré las cosas con calma, que lo que tenga que llegar, llegará.

=)

jueves, 7 de octubre de 2010

En tránsito

Bueno, ¡sólo quería decir hola desde la isla vecina!
No tengo mucho tiempo para hacer una actualización decente, pero mañana salgo desde Tenerife hacia Vigo para hacer el Camino de Santiago.
Sé que moriré de cansancio pero espero que el paisaje y las futuras fotos merezcan la pena =)

¡Un saludo y hasta el miércoles!

domingo, 3 de octubre de 2010

Nuevo intento

Es curioso como no puedo parar de sentir que hay mil cosas que quieren salir de mi, que si no, voy a explotar. Y ahora estoy aquí. Con un espacio en blanco delante de mi para plasmar lo que quiera sin límites ni restricciones.
Pero me quedo en blanco y no lo entiendo. No lo entiendo porque llevo mucho tiempo queriendo vomitar mil cosas, y cuando tengo la posibilidad de hacerlo, simplemente no me sale.
Echo de menos ser quien era, aquella niña que escribía mil historias sin problemas. Demasiado soñadora y fantasiosa. Supongo que esto se llama madurar, o crecer. Pero digan lo que digan, me gustaba antes y me echo de menos.